Conciertos

 

16-06-2017

Primal Scream. La Riviera, Madrid


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Dar un concierto un lunes es difícil y más aún si se trata de Madrid en plena ola de calor…¡corra y sálvese quién pueda! Fue evidente que las altas temperaturas hicieron mella y se notaron en la sala, la mitad de ella se agolpaba en la parte delantera y la otra mitad estaba ampliamente esparcida. Muchos claros y pocas nubes, pero eso sí, los escoceses nos brindaron grandes destellos de luz.

Cuando aparecieron sobre el escenario parecían desubicados, adormecidos, no encontraban su sitio ni su conexión y abrir con “Swastika eyes” en ese estado es casi un sacrilegio. Tal vez fuera cosa del calor, pero resultó muy floja para ser un tema tan enérgico y potente. Pero esto sólo fue algo momentáneo, poco a poco empezaron a sentirse más cómodos y después de tres canciones el concierto dio un giro de 180º y todo cambió cuando Bobby Gillespie cogió sus maracas y empezó a sonar “It´s Alright, It´s Ok”, un tema que puso a todo el mundo de buen rollo y toda la energía positiva empezó a fluir en el ambiente. Gillespie se convertía en Mick Jagger y sus movimientos hipnotizaron a toda la sala, podía hacer lo que quisiera con todos, estábamos a su merced y lo que en principio parecía desconcertante y endeble fue cada vez más y más poderoso. Y el señor Gillespie, con esa elegancia y magnetismo que posee, tras una actitud sería y correcta durante la primera parte, por fin nos regaló una de sus primeras sonrisas con “Country Girl” y entonces nos dimos cuenta que habían encontrado su sitio, el ritmo fluía y todos nos dejamos llevar por ellos, los grandes Primal Scream.

Cerraron la primera parte con “Rocks” y regresaron tras los primeros bises con “I´m Losing More Than I'll Ever Have” y la increíble “Movin´ On Up” que puso a todo el mundo patas arriba. El disco de la noche fue sin duda “Screamadelica”, mítico e infalible, que estuvo presente en la mayoría de las camisetas que andaban por la sala. De “Chaosmosis” sólo sonaron dos, “(Feeling Like a) Demon Again y “100% or Nothing.

Cuando parecía que se iban definitivamente, la sala empezó a jalear el mítico “Oé, Oé” y la banda regresó emocionada tras el poderoso cántico madrileño y Gillespie se unió al público y también canturreó el “Oé, Oé” con toda la sala, sin duda el mejor momento de la noche. Se despidieron de la mejor manera posible con “Come together”. Fueron unas estrellas que nunca dejarán de brillar. 

Autor: Cristina Sánchez García

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